domingo, 19 de octubre de 2008

Paseo por el nacimiento del Ebro

Desde nuestro campamento base en la Asturias Central, salimos por la mañana, a eso de las nueve hacia el nacimiento del Ebro. Cuatrocientos setenta y cinco kilómetros ida y vuelta. Las previsiones metereológicas anunciaban día esplendido , con mucho sol y teniendo en cuenta que estabamos en octubre teniamos que aventurarnos ya que pretendíamos subir muy alto, en coche pero muy alto.
Con parada en Cabezón de la Sal para desayunar. Un pintoresco pueblo Cántabro de bonitas casas balconadas y tapizadas de colores con olor a geranio; seguimos ruta carretera arriba por una carretera entoldada de castaños, robles y demás árboles que conferían un aspecto bucólico al recorrido que entre curva y curva nos mostraba los valles que cada vez se veían mas abajo.

El primer destino era el Pico de los Tres Mares al que se accede mediante un telesillas en la estación de Alto Campoo. No era temporada y los remontes no funcionaban. Funcionan en verano para reanudarse cuando caen las primeras nieves aptas para la practica de los deportes de invierno. Pero descubrimos que había una carretera que llevaba a las pistas de las cumbres mas altas. El paisaje era impresionante como se puede ver en la foto.

La siguiente parada de la excursión era el pueblo de Retortillo. Donde se encuentra la ciudad romana de Julióbriga y desde donde se tiene una vista impresionante del Embalse del Ebro

Una visita a la Domus de Juliobriga y un paseo por las ruinas nos llevararon a los antiguos tiempos donde los romanos ocupaban el territorio.

Era la hora de comer cuando llegamos a Fontibre. Alli nace el Ebro en un paraje maravilloso de aguas de espejo dónde se refleja un bonito bosque donde pasear escuchando el sonido del silencio roto por algun canto de ave que anida en las ramas de algún árbol. Una suculenta y cuidada comida en el reataurante que lleva el nombre del lugar nos dejó listos para continuar el camino a orillas del embalse hasta Santillana del Mar pasando por el puerto de El Escudo. Y vuelta a casa.

Lo que aquí encontrareis

Sólo pretendo guiar a quien lo demande.
Guiarlo por los caminos que yo anduve, sola o en campañía. Por las mesas donde bien comimos. Porque compartir la mesa es lo mejorque un viajero tiene en el largo caminar.
Indicar aquellos techos dónde un colchón mullido y confortable me permitió descansar para continuar las rutas por los caminos del mundo...
Lugares, historia, arte, cultura y gentes...
La aventura de viajar con la compañia de quien bien quieres y con quien bien compartes el polvo de los caminos. Caminos de este Mundo que tanto nos tiene que enseñar y del que tanto tenemos que aprender.